Además
de las capacidades como fuerza, resistencia y flexibilidad, tener
algo que se podría denominar como “fortaleza mental”, es
requisito indispensable para ser deportista.
Lamentablemente
lograr nuestros objetivos nunca es fácil, tanto en entrenamientos
como durante las competencias habrá que “meter huevo” y hacer
sacrificios…y no todas las personas tienen esa voluntad o esa
fortaleza que se necesita…podemos tener a alguien con una genética
envidiable, capaz de realizar de forma excelente los gestos técnicos
específicos del deporte que practica y con un entrenamiento que en
el papel es excelente y no deja nada librado al azar…pero si esta
persona se desanima fácilmente ante resultados adversos, si le tiene
miedo al dolor físico, si no esta dispuesta a sacrificar parte de su
vida personal para dedicarla al deporte, entonces nunca será
exitoso. Un
deportista menos talentoso pero con mayor habilidad mental tal vez
logre mejores resultados deportivos. Y esto vale tanto para deportes
en equipo como para los individuales, tanto para deportistas amateur
como elite.
Trabajar
ésta fortaleza mental debería ser parte del plan de entrenamiento
de cada deportista, no es algo con lo que se nace o no se nace, es
algo que se desarrolla, que se entrena y que se mejora con la
práctica.
Los
puntos a desarrollar son:
"uno
es lo que cree que es" "autoestima"
Una
persona con una sólida autoestima es capaz de analizarse
objetivamente, reconociendo sus puntos fuertes así como sus
debilidades.
El
deportista con autoestima no vivirá cada derrota como un golpe a su
ego sino que será capaz de analizar los factores que influyeron en
la falla y procurará aprender de la experiencia.
El
deportista con autoestima podrá separar su vida personal y
profesional de su vida deportiva evitando interferencias entre ellas,
evitando sentirse presionados por la familia para ganar y evitando
que el estrés del trabajo boicotee sus logros.
Con
el autoestima viene la confianza en uno mismo, elemento vital para
cualquier deportista. Aquel que no esta 100% confiado en sus
habilidades y su preparación suele recurrir a rituales y cábalas
pre-competencia.
Confianza
y autoestima son evidentes cuando un deportista fracasa en lograr una
marca por ejemplo pero dice: “ya va a salir”, y lejos de
desanimarse continúa trabajando en el objetivo propuesto.
La
mejor forma de crear confianza es ver materializarse las metas. Ganar
o lograr una marca serían las formas mas evidentes, pero hay otras;
realizar entrenamientos claves al ritmo objetivo (por ejemplo si
entreno para 800 metros y hago 3 series de 400 al ritmo de carrera
con pausas de 20 seg entre cada una, estaré seguro de que el día de
la competencia podré cubrir los 800metros a ese ritmo), evaluar
rendimiento en competencias previas (si corrí una 5k hace 10 días a
tal velocidad puedo estimar a cuanto haré una 10k mañana)
En
el desarrollo de la confianza el entrenador juega un papel
importante… es común ver como los entrenadores de equipos les dan
sermones acerca del mal rendimiento que están teniendo y “que se
pongan las pilas y empiecen a jugar enserio” estos sermones además
de ser nada constructivos pueden ejercer un efecto negativo, si el
jugador constantemente escucha que es un inútil y juega mal al final
“se la termina creyendo” y va a jugar mal. Además
los entrenadores deben ser cuidadosos, no solo con las palabras que
usan sino con los gestos y actitudes, algunos atletas tienden a
depositar toda su confianza en ellos, cuando tienen éxito no dudan
en otorgarle la mayor parte del mérito a quien fue el encargado de
su preparación o dirección técnica,… pero cuando fallan son
pocos los que culpan al entrenador, se culpan a si mismos y aparecen
pensamientos de “le fallé”, “no estuve a la altura”, etc, a
veces el fracaso se sufre mas por haber decepcionado al entrenador
que por el hecho de no haber logrado la marca y esto es mas evidente
en juveniles quienes aun no son tan independientes y tienden a buscar
figuras parentales en cada aspecto de su vida.
3) Tolerancia
a la frustración y manejo de las emociones
“si
te caes 10 veces, te levantas 11"
Debe
ser el punto mas difícil de desarrollar, acá influye mucho la
educación que se recibe desde niño…(si se nos “malcria” de
chicos dándonos enseguida cuanta cosa demandemos, es mas probable
que lleguemos a adultos con una muy baja tolerancia a la
frustración), también influyen características de la personalidad
de cada uno; personas ansiosas y poco pacientes tienen menos
tolerancia a la frustración, y por supuesto, personas con baja
autoestima también.
Un
deportista con baja tolerancia a la frustración se reconoce porque
se enoja muchísimo cuando pierde, busca excusas y culpables en vez
de explicaciones (me mató el calor….fulano se me atravesó todo el
tiempo, el juez cobró todo mal, fulano nunca me dio un pase bien
hecho, etc.), cambia de entrenador con frecuencia porque “ninguno
me sabe entrenar”, etc.
Es
lo opuesto a un deportista con "locus de control interno"(aquel
que atribuye sus logros y derrotas a si mismo en vez de a factores
externos). No hay deportistas exitosos que no tengan esto, todo buen
deportista asume sus fracasos, pero también sabe reconocer como
corresponde sus victorias.
Jamás
debemos permitir que emociones negativas como enojo y frustración
dominen nuestras actitudes, además de incitar a conductas
antideportivas (como agresiones hacia otros atletas o comentarios
fuera de lugar) estaremos gastando energía inútilmente, dejando de
enfocar nuestra atención en el juego o en la carrera y obviamente
esto se verá reflejado en el rendimiento
“un
gesto que se repite un millón de veces, algún día llegará a ser
perfecto” "perseverancia"
Los
logros no llegan de un dia para el otro, exigen trabajar mucho
tiempo, soportar sesiones largas y duras, hacer sacrificios en la
vida personal evitando el alcohol y las salidas nocturnas, madrugar
los domingos, soportar derrotas en competencias, soportar la
incertidumbre mental de si los objetivos serán logrados, etc.
La
perseverancia suele ser innata, pero también se puede desarrollar y
mejorar.
Se
reconoce al deportista que será exitoso porque es aquel que nunca
abandona un entrenamiento aunque esté muy fatigado, e aquel que
jamás abandonó una competencia aunque fuera último y sin
posibilidad de repuntar, son aquellos que no se rinden hasta el
final, que no dan nada por perdido hasta que termina el partido y que
dan el máximo pese a factores internos como fatiga o pese
a factores externos como mal clima, árbitros adversos, hinchada
del oponente, etc.
“ No
hay mayor placer que ser el mejor en lo que mas me gusta”
"disfrutar"
La
práctica deportiva tiene su origen en la diversión, el disfrute se
empieza a perder cuando el niño incia un entrenamiento con objetivos
competitivos.
Cuando
alguien le pregunta al deportista ¿Por qué entrena? La respuesta
mas rápida debería ser “porque me gusta!”…muchas veces el
deportista de elite deja de tener esto en cuenta cuando aparecen los
sponsor y las presiones por rendir….pero tambien a nivel amateur
puede verse que se pierde el disfrute y aparece el tedio y la rutina,
el entrenamiento se vive como una obligación (que encima no es
satisfactoria) y los resultados en competencia pasan a ser el centro
de todo…acá hay que tener cuidado, porque es en este contexto que
empiezan los problemas de motivación, de autoestima y obviamente
esto se verá reflejado en el rendimiento entrando así en un circulo
vicioso para nada beneficioso. Un signo de alarma es cuando al
acercarse la fecha de la competencia el deportista empieza a
mostrarse inseguro, con miedo, o agresivo… un deportista que
disfruta lo que hace sí estará nervioso y ansioso pero será de una
forma positiva, anhelando la fecha pese a las dificultades que sabe
que tendrá, deseando que llegue el momento de demostrar para que
trabajó tanto, en vez de temerle y generarle estrés por miedo al
fracaso
Obviamente
que en competencia se sufre..a nadie le gusta el dolor de
pantorrillas que tenes en los últimos 200 metros de un 800mt…a
nadie le divierten las ampollas en los pies al otro día de un
ironman…pero el proceso del entrenamiento se debe disfrutar, el
entorno de la competencia debe ser disfrutable, hay que darse un
tiempo para saborear las victorias, son todas cosas que nos incitarán
a volver al otro día, ponernos las zapatillas y retomar el
entrenamiento.
El
atleta gana porque se divierte. (no te olvides nunca de ésta
fórmula)
“El
cuerpo hace lo que la mente le dice que haga” "manejo de
los pensamientos"
Los
deportistas saben lo poderosa que es la mente a la hora de rendir. Si
pensamos que podemos es mas probable que lo logremos. El atleta que
empiece su preparación diciendo “yo nunca voy a poder llegar al
top 10” ya de pique se esta limitando su potencial de
rendimiento.
Tampoco
es cuestión de pensar en grande y delirar, acá entra el primer
punto (autoestima), es ponerse una meta realista acorde a las
capacidades de cada uno y convencerse de que se va a lograr el
objetivo.
Y
tampoco es cuestión de pensar que la influencia de la mente hará la
diferencia a la hora de la competencia…una alta motivación
realmente ayuda a rendir más, pero nunca es sustituto para una buena
preparación física, técnica y nutricional.
Palabras
finales y me voy a correr:
Cada
vez mas deportistas reconocen la importancia de la psicología en su
preparación para la competencia. No debería ser raro dentro de unos
años ver psicólogos deportivos trabajando a la par de los
entrenadores, los médicos, los kinesiólogos y los
nutricionistas..todo en un plan de entrenamiento integral del
deportista que obviamente asegura mejores resultados que si solo se
limita a lo físico y lo técnico.